




Básicamente dos conceptos están presentes en mi obra: Retrato y Mar
Retrato y Mar son los elementos que me inspiran por el entorno que me rodea al vivir en el Puerto de Veracruz; estoy inmersa en un ambiente de grandes contrastes: urbanidad y naturaleza, gente y soledad, alegría y desamparo, caos y esperanza.
Al momento de realizar un retrato palpo un instante de vida, expreso sensibilidad y asombro, disfruto los trazos y el color, los neutros y los brillos, pero, sobre todo, la profunda valoración de mis semejantes, honorando su autenticidad, descubriendo su origen y la historia propia.
Me motiva la belleza intrínseca del retratado y me alienta plasmarle mi versión biografía.
Trazo, rumbo y nostalgia, al final, permanencia y gozo.
Del Mar sustraigo el ritmo, la cadencia de su oleaje, la perfección natural de los tiempos y mareas, la pureza del agua y la inmensidad de su cuerpo. El pulso latente, sube, baja, y los instantes que refleja el eterno vaivén, la frescura de la arena y el reflejo dorado del sol, todo ello, una muestra de Deidad.