



Mario Nava (México 1998) ha creado una obra ecléctica que impacta por su potencia visual, fluye a través de su mirada joven y generosa aterrizando en una producción que se desplaza desde la fotografía construida hasta lo figurativo en la pintura. En sus fotos lo hace con una traducción crítica al consumismo caótico y mordaz de la sociedad contemporánea, y en la pintura de forma virtuosa, Mario conecta reflexiones e inquietudes similares en este formato plástico retrata un bestiario basado en el zodiaco chino.
La serie refleja aquello que está inmerso en las calles, las redes sociales y el internet en general, como si fueran el mismo plano derribando simbólicamente los límites de la realidad con la ficción, todo esto desbordándose en personajes híbridos y abstracciones que se salende la pintura de manera tangible y matérica.
La mirada de Mario es directa como proyectil al observar la hondura social que reflexiona y con humor va traduciendo en estas obras, donde la primer entrega de esta serie de bestiario nos presenta al “tigre” como un ser que impone pero que es absurdo en la propia banalidad de la moda y el lujo, una “serpiente” anillada por oro, pintada en un espejo circular para invitar al espectador a reflejarse y sentirse maravillado o intimidado en su estructura envolvente, un “conejo” representado como soldado maltratado física y psicológicamente por la guerra pero que se reconforta en cojines que Mario cosió directamente al bastidor, el conejo mismo está pintado sobre uno, de esta manera nos muestra su versatilidad técnica, el “mono” tiene una fuerza tánica implícita que se contextualiza con un ambiente de nota roja, un “cerdo” presume vanidad y exceso observando plácidamente y de manera directa al espectador, en el “gallo” se potencia con una construcción de su imagen ya naturalizada pero que señala el exceso en un fondo de dólares.
Con todo este conjunto de obras Mario nos lleva a adentrarnos en un mundo tangible y real que fricciona en la imaginación invadiéndonos al atisbo de su espléndida obra.
Mario cuenta con tres exposiciones individuales, dos en México y una en Nueva York además de diez de manera colectiva. Actualmente vive y trabaja en la ciudad de México.